Elizabeth Nieves*
“El
Hombre aparece como un yo consciente y
libre. E incluso se podría definir al hombre por la sola libertad porque no es
posible la libertad sin conciencia”[1] y es que el hombre tiene capacidad de dar uso
a su libertad, esa libertad, creadora y consciente, permite al ser humano la
construcción dialéctica de su cultura la cual se plasma en su organización de
vida.
Su sistema de valores e identidad social le dará
funcionalidad a ese sistema cultural de allí se desprende que ese mismo sistema
de valores, cree equilibrios, desequilibrios y barreras culturales en las
relaciones entre hombres y ambiente.
Existen
muchas Definiciones de la palabra
Cultura entre ellos: “el conjunto
de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos
que caracterizan a una sociedad o a un grupo social. Engloba además de las
artes y de las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales del ser
humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias”[2].
Para la
ciencia de la antropología, “cultura es el conjunto de elementos de
índole material o espiritual, organizados lógica y coherentemente, que incluye
los conocimientos, las creencias, el arte, la moral, el derecho, los usos, las
costumbre, y todos los hábitos y aptitudes adquiridos por los hombres en su
condición de miembros de la sociedad.”[3]
Estos
significados son una representación de un gran cumulo de definiciones, lo
importante de estos dos ejemplos, radica en extraer las características
principales que tienen en común todos ellos, Como lo son: costumbres, valores
morales, creencias, derechos entre otros. Ya que sienta la plataforma de la
identidad nacional de cada país.
La
cultura es la base material tangible e
intangible de lo que el hombre es; desde que nacemos estamos arropados a una
cultura que está representada por la organización política de un estado. Es por
lo que la humanidad es cultura y la
cultura es libertad, ya que según Sartre y la filosofía existencialista el
hombre nace “condenado a ser libre”
esa libertad la usamos para fundamentar la estructura cultural.
Desde
los inicios de la humanidad el hombre ha mantenido una relación con el medio
físico natural este, le ha suministrado los recursos necesarios minerales y
vegetales para garantizar la subsistencia humana y edificar esa organización
que llamamos cultura. Por lo tanto la economía y política se servirán de ese
ambiente para impulsar su desarrollo y autogestión. De allí la relación
indisgregable que tiene el ambiente con la política.
Cada cultura ha interactuado con
su medio de diferentes formas, en unos países se ha explotado sin conciencia
ambiental más que en otros y eso se debe a la falta de valores culturales Collingwood ha definido “cultura como: todo
lo que una persona necesita saber para actuar adecuadamente dentro de un grupo
social” Pero ese saber actuar está determinado por valores éticos y
morales de cada nación, de allí que surjan un sin fin de limitaciones que no permitan una calidad armónica del
ambiente.
Los obstáculos culturales que sesgan la calidad del ambiente inician,
por la población y el sistema capitalista instaurado a finales del siglo XVIII,
la llamada revolución Industrial gesto tensiones entre las potencias
Imperialista debido a la demanda del uso de recursos naturales, de esta
forma se dio la explotación masiva hacia
el ambiente. Sus consecuencias no fueron reflexionadas si no ha mediado del siglo
XX. Donde se comenzó a promover los valores ambientales en diferentes escalas
locales, regionales y nacionales. siendo un tema de interés global que
resaltaba a la luz pública, dicha preocupaciones llevaron a reunir a 178
países, para discutir temas ambientales, esta conferencia sobre Medio
Ambiente y Desarrollo (UNCED) se realizó en Brasil, impulsada por las
Naciones
Unidas en 1992 y fue conocida como “conferencia en Rio de Janeiro”.
Sin embargo hay que destacar que aunque los problemas
ambientales comenzaron a estudiarse por las diferentes sociedades del planeta,
continuaban creándose trabas para el cuidado y bienestar del ambiente. Ya que
los intereses económico y político que compone el sistema capitalista y la
sociedad de consumo, no solo atentaba contra el ambiente mundial, si no para
algunos países contra su desarrollo económico como Nación independiente. Por lo
tanto plegarse a las políticas ambientales que auxiliaban al equilibrio ambiental era tarea titánica
para muchos países, ya que generaban
pugnas internas por lo tanto impedía la
calidad de ese ambiente.
De allí parte que algunos investigadores como Foni y Rufi considere que “la
política ambiental evoluciono por dos vías una institucionalizada y oficial y
otra más bien vinculada a movimientos
ciudadanos y a organizaciones no Gubernamentales y no Institucionalizadas.”[4] Este
doble aspecto de la política ambiental
causara un doble discurso en temas de educación ambiental, que si bien
promueve por un lado, un cuidado en las relaciones de los humanos con su medio,
a su vez se contradice al no llevar a cabo las acciones pertinentes. No
obstante hay que enfatizar que se ha evolucionado mucho en el marco legal en el
tema ambiental, y que dicha normativa va
en consonancia con los discursos ambientalistas propugnados; aunque esto no
garantiza su eficacia; la regula. El problema esta cuando la corresponsabilidad
ciudadana no hace cumplir la normativa; Esa es la base de las principales
dificultades ambientales que no permiten una calidad de ambiente, los problemas
culturales en el pilar valores.
El desconocimiento en temas de
ambiente, la corrupción creada en torno al cumplimiento legal de las políticas
ambientales por parte de los funcionarios, la desigualdad social y pobreza son
obstáculos que minan la calidad ambiental. Bernardo Kliksberg señala que “La
falta de trasparencia causa daños intangibles muy profundos al capital social
de una sociedad para poder ser combatidos, este tema requiere de un debate
sobre la cultura, sobre la educación que es el modo de instalar valores en una
sociedad y, por ende, todos necesitamos asumir nuestras responsabilidades” [5] cuando Kliksberg se refiere al
capital social, hace referencia a los grupos
humanos, que impulsan el desarrollo sostenido de su Nación, si
no hay una asiento fuerte de valores culturales los
daños de la corrupción pueden ser tangibles en bienes materiales o intangibles
que erosionan el talento humano,
para Kliksberg: “el
capital social es por lo menos cuatro cosas
1) el nivel de confianza 2)la capacidad de asociarnos con los demás 3)la
conciencia cívica 4) los valores éticos predominantes en una sociedad.”[6] Si
estos aspectos culturales son
propugnados y fortalecidos por la
educación, se pueden limar las barreras
culturales en distintos ámbitos siendo la de ambiente una de ellas.
La educación nace como un
constructo de esa estructura cultural y es el instrumento por donde se trasmite esa cultura por ende
sus valores. La educación es una de las principales herramientas ambientales que pueden ayudar a
minimizar las barreras culturales en la calidad del ambiente, ya que desde la
raíz, puede contribuir con la formación activa de una conciencia ambiental y
ciudadana de los fenómenos naturales. De esta manera puede
promover acciones en el cuidado del ambiente. Dichas acciones deben ser colectivas, e
individuales, deben partir de la responsabilidad del conglomerado social y del
conocimiento de los valores éticos y
legales que protegen al ambiente.
La educación es la manera más viable de canalizar los problemas que
tienen de fondo la cultura, es por medio de esa institución que se puede impulsar las acciones que brinden
bienestar y calidad de vida. Si se educa en valores de la trasparencia, como
explica Kliksberg, se suprimen las barreras culturales que obstruyen el
desarrollo pleno del país y su entorno. En pro de ello se debe utilizar el arma
de Defensa ambiental más grande del mundo la Educación.
* Licenciada en Educación mención Ciencias Sociales
[1]
Alfred Fernández “Educación y Libertad Humana” articulo, 5 de septiembre
1998.
[2]
UNESCO:”Declaración de México sobre políticas culturales”, articulo
16,Mondiacult:Conferencia Mundial sobre las políticas culturales, México,26 de
julio-6 de agosto de 1982,Informe Final, Paris, Unesco,1982.(Doc. CLT/MD/1)
[4]
Joan Negué FONÍ y Joma Vicente RUFÍ:”Geopolítica, identidad y globalización”,
Barcelona, 2001, pág.11.
[5]
Bernardo Kliksberg “El papel que puede desempeñar la cultura y los valores éticos en la lucha por la trasparencia”
Seminario Internacional “Hacia una cultura de la trasparencia” Ciudad de
Guatemala 26 y 27 de mayo del 2005.
[6]
Ibídem.
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ResponderEliminarMuy bueno y estructurado tu ensayo. Ciertamente, la cultura es la base para tener un mejor ambiente, ya que depende de nosotros el desarrollo de nuestro país, pero para esto debemos unirnos y trabajar para formar esa conciencia ambiental que NO todos, lamentablemente, tienen. ¿Cómo creamos conciencia? pues, no hay otra forma que a través de la Educación, que es la base de la familia y la sociedad, y es la única que puede anexar nuevos valores a nuestra cultura que quizá fue contaminada por falta de identidad.
ResponderEliminarEs artículo aborda un tema relevante en la actualidad, tal como es la relación entre la cultura, medio ambiente, y especialmente la educación. El enfoque del artículo resulta interesante porque está orientado principalmente a la reflexión de estos conceptos, y al mismo tiempo deja abierta la pregunta cómo enfrentar estas barreras/ obstáculos a la calidad del ambiente producto de los aprendizajes culturales, desde el escenario educativo. También considero, que tu artículo plantea un tema importante tal como es la identidad nacional, en nuestros días, los rasgos culturales de un país ayudan a definir su lugar en el espacio político, así que creo que este tema sería interesante, y podrías desarrollarlo en otro articulo.
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